Hay veces en que nuestros ritmos de trabajo son tan, tan intensos (para cubrir objetivos, por supuesto...), que el sueño nos puede, y tenemos que descansar durante unos minutos (más o menos largos); o, simplemente, nos apetece parar y echar un sueñecito, porque pasarlo bien también cansa ;)
Mi dormilón jejej.
ResponderEliminarGracias por compartir sus aventurillas por aquí ❤️.
Un abrazo
...El descanso de las guerreras y los guerreros, en efecto...
ResponderEliminar¡Un abrazo también para ti, Nita, y gracias por comentar por aquí! :D