¡Pero qué idea tan genial! La mamá y el papá de Miguel se pusieron manos a la obra y, a través del enlace anterior, gestionaron el apadrinamiento simbólico de un verdadero pingüino habitante de la Antártida:
"Con esta iniciativa, se persigue fomentar el compromiso con el medio ambiente, permitiendo simbólicamente que el pingüino apadrinado consiga sobrevivir y cuidar a sus polluelos en la Antártida." (extraído de la página web del Ejército de Tierra).
Lo más bonito de todo, es que esta familia decidió efectuar el apadrinamiento en nombre de todas las niñas y los niños compañeras/os de la clase de Miguel, y consecuentemente, "bautizar" el pingüino con el nombre de ARCOÍRIS 🐧🌈
Gracias de verdad por ese detalle tan bonito, que nos dio pie a hablar en la pizarra sobre el cambio climático, y a sentirnos un poco tristes por todas las cosas feas que están sucediendo...y que van a seguir pasando si no pasamos a la acción, de manera constructiva, cada cual con sus granos de arena (hacen falta muchos, hacen falta de verdad, y hacen falta ya). Por nuestra parte, las y los Arcoíris ya tenemos claro que
EL CAMBIO CLIMÁTICO NO ES UN CUENTO
...y por eso estamos tan tristes en las fotos que siguen...
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