Las medallas (nuestros rincones de aprendizaje y desarrollo) importan, definitivamente. Porque nos siguen brindando innumerables oportunidades de acercarnos CON LIBERTAD a diferentes formas de ser y estar. Porque unas veces realizamos una propuesta en solitario, otras veces con una compañía, otras veces con otra compañía diferente...y cada vez es DISTINTA, y nos empapamos de DIVERSIDAD. Porque aprendemos a gestionar de manera autónoma nuestro propio tiempo, nuestra propia voluntad, nuestras propias emociones, nuestras propias alegrías y frustraciones, nuestros espacios...DE MANERA COMPARTIDA: individualización siempre, individualismo jamás.
Y también importan las medallas porque mientras algunos/as compañeros/as aprenden con ellas sin necesidad de acompañamiento continuo, por supuesto que jugando, otros/as compañeros/as se pueden beneficiar de una atención más personalizada por parte de las maestras y los maestros para reforzar y apoyar en las dificultades que cada cual presente.
Seguimos "medalleando" con gusto, sabiendo muy bien lo que hacemos...¡y disfrutando de ello! 😀
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