Justo eso: nos hemos regalado un preludio de Halloween lleno de asquito, porque hemos colocado en el centro de nuestra clase una bañera llena de mocos verdes e insectos mugrientos, ideal para manosear y pringarnos (la idea inicial era hacerlo en una piscina hinchable, de cuerpo entero, pero el otoño impone su frío y no queríamos más resfriados de los (muchos) que ya tenemos.
Así pues, no a los resfriados, pero...¡SÍ A LOS MOCOS DIVERTIDOS! (los maestros y las maestras lo llamamos "educación sensorial", jejejeje).
No hay comentarios:
Publicar un comentario